Miércoles
29,04,15 Varna. Quiero aclarar una cosa. El desastre capilar que
llevo sobre mi cabeza, no me ha alterado el sentido del gusto, solo
el del decoro. De modo que puedo apreciar y así lo hago, el tipo de
peinados que usan las mujeres por estas tierras. Creo urgente que se
reconcilien con sus peluqueros. Estos arreglos capilares que usan, no
les pueden sentar bien a nadie, tal vez en épocas remotas... no se.
Siguiendo con los peinados, una muchacha del hostel, huésped, creo,
influenciada sin duda por la estética khaleesi, va monisima ella, de
tinte y peinado.
Tras
el desayuno en el hostel logro la dirección de una tienda donde tal
vez podría encontrar el producto sellador que ando buscando y salgo
tras el. Sin éxito. Encuentro, eso si, un cubierto de resina que
quiero regalar a Marga y que desde hace como mes y medio, y sin
éxito, venia persiguiendo. ¡Bien!
El
buen tiempo persiste, a pesar de las previsiones de lluvia que ayer encontré en una consulta por la red. Gracias a ello, paseo
indolentemente por la ciudad, disfrutando del sol y unas temperaturas
cálidas, mirando escaparates, jardines, edificios y gentes. No salgo
de mi asombro cuando me cruzo con un deshollinador, con sus
utensilios y tocado con chistera negra. Supongo que la ciudad y su
calefacción lo requiere. Creo que fue en Tekirdag, allí en Turquía, donde la principal fuente de calefacción sigue siendo el carbón. Sea carbón o leña, las chimeneas requieren ser limpiadas.
Ayer
pasé un buen rato consultando páginas de huertos en balcones y
cultivos de tabaco. Ya en un momento de la historia, el hombre dejó
de ser nómada gracias o por culpa de la agricultura y no creo que yo
valla a ser menos. De modo que ando ilustrandome en el tema de los
huertos en terraza y soñando con poder poner en practica lo que
aprendo en algún momento.
La
tarde la paso con Benjamin, Ben, que ha iniciado por Bulgaria un
viaje que le llevará por los Balcanes. Hace música, con un ukelele.
Inteligente por su parte viajar con ese instrumento y no con un
contrabajo, por poner un ejemplo. Angela lleva en su bici un saxo y
la pareja que encontré en Roma por navidades lo hacían con violines.
Dejo aquí el enlace de su página.
El
hostel se va llenando de muchachas y decido prolongar mi estancia un
día más. A ver, me explico, no tiene nada que ver una cosa con
otra, es simplemente que salí al supermercado y tras recorrer la
escasa distancia que me separa de el, llego al hostel cojeando
visiblemente y ya por las fechas comienzo a descartar el llegar a
Galati, por lo que desde aquí iré directamente a Bucarest. Para
pasar por un sitio es tarde y para ir al otro, tal vez, demasiado
pronto. Por lo que demorar mi partida un día más supone dejar que
la rodilla vuelva a ser lo que era y no un híbrido de articulación
humana y berenjena. Los perretes tienen visita, una de las chicas
viaja con el suyo y ya son tres animalillos los que corretean de un
lado para otro por la sala de estar. Con el paso de la tarde la cosa
se va animando, suena música local, tradicional, y unos chicos del
hostel se arrancan con bailes populares, a todo esto la cerveza no ha
comenzado aun a hacer acto de presencia. Anoche salia de la cocina
por cajas, esto promete.
Finalmente
la noche es más tranquila de lo esperado. Slava se marcha ya del
hostel, otros salen esta noche por la ciudad y los que nos quedamos
lo hacemos disfrutando de un rato de paz en el salón que queda medio vacío y en silencio. Bien.