Miércoles
11.03.15 Ohrid (Macedonia) Tras una noche en la que no paró la
lluvia, desmonto la tienda, empapada, con las manos ateridas de frío.
Esta lluvia con la que inicio el día será nieve en el paso
fronterizo que une/separa Albania con/de Macedonia y que dista siete
kilómetros de mi dormitorio y no se cuantos metros de altura de
diferencia de cota.
Tan
pronto comienzo a rodar por el país voy notando las diferencias. Más
vegetación, menos basura y construcciones mucho más cuidadas. Ya al
cruzar las primeras poblaciones se puede observar una atención y
cuidado en sus espacios comunes así como gusto en su planificación
urbana, cosas de las que Albania carece totalmente.
Primero
cambiar moneda, poca, ya que pretendo, si el tiempo lo permite,
cruzar el sur del país en tan solo un par de jornadas.
Me
detengo a primera hora de la tarde, cuando encuentro una zona
cubierta donde intentar poner a secar la tienda, cosa complicada con
la cantidad de humedad en el ambiente, la falta de sol y su baja
temperatura. De cualquier modo, dormiré bajo techo y sin montar la
tienda, tan solo el doble techo apoyado en la bici, en un intento de
retener en lo posible el calor y lograr cierto grado de intimidad.
Así dormí mi primera noche en Albania y alguna que otra en Portugal
y con solo disponer de una pared, el resultado puede ser realmente
confortable.
Entro
por curiosidad en un supermercado, la sorpresa es grata, ante la
escasez de oferta que vengo padeciendo estas dos últimas semanas,
voy recorriendo estantes y calculando los precios en euros, la moneda
local me da 61 unidades por un euro, ya lo hice antes ante la puerta
de unos bares y veo que aquí las diferencias están más
equilibradas. Bares más caros, levemente, y supermercados no tan
caros, levemente también, de modo que iré alternando ambos modos de
nutrirme, según me de.
Esta
zona del país esta habitada por muchos albaneses y mañana
encontraré a griegos. Parte de los albaneses llegaron refugiados por
la guerra de Kósovo, y se establecieron cerca de su país. Leí no
se por donde de la influencia eslava por migraciones búlgaras a lo
que hay que sumar los movimientos de población de cuando esto era
parte de Yugoslavia. Una cosa que noto en falta es que no recurren al
italiano y directamente establecen comunicación en ingles, en el que
puedo construir frases pero apenas lo entiendo cuando me hablan. Las
indicaciones de carreteras o en sus ciudades están con el nombre en
macedonio que no conozco y escritas en cirílico que aún lo
comprendo menos. Por fortuna, tras cambiar moneda, me hice con un
plano, por el equivalente a un euro, en donde todo esta escrito en
macedonio y cirílico. Miro la señal de carretera y tras un momento
puedo localizar el lugar en el plano, si lo han puesto en el plano.
En
el supermercado compré leche kosovar y un cuaderno servio. En una
panadería, un cruasan, descomunal, y que no sabe a cruasan.
Me
sucedió hace unos días también y no lo mencioné. Misma pregunta. Fue hoy en la frontera y me lo preguntó un guardia albanés, ¿por
que viajas en bici?, ¿por que por Albania?. Desconcertado, se le ve
en una cara, que no deja de hacer señales de negación, no comprende
ni este modo de viajar ni que a nadie le de por visitar un país en
donde una buena parte de los que lo habitan a buen seguro le encantaría dejar atrás. No tengo respuestas para el.
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