Miércoles
04.03.15 Durrës. Día muy entretenido.
Al
pasar por un convento de monjes ortodoxos se me antoja entrar a
visitarlo. A la entrada del templo, en su interior, dos mujeres
sirven a los frailes y feligreses una especie de yogur líquido en vasos de chupito, le añaden una cucharadita de cereales y lo rematan
con un dado minúsculo de pan. Quiero pensar que es un tentepie y no
se trata de un desayuno.
No
tardo en entablar conversación con algunos monjes, uno de ellos me
empieza a contar su historia, como se convirtió a la iglesia
ortodoxa, siendo el católico, por no gustarle las reformas del
Concilio Vaticano II y prefiriendo las liturgias anteriores a este.
Me explica igualmente que le gusta el pueblo español por que es
católico y monárquico y la monarquía es obra de Dios, le pareció
que Franco tuvo su mejor acierto al poner al rey al frente del estado
como su sucesor. La reforma del concilio según el, es la causante de
la ola de ateísmo y homosexualidad que azota a Europa.
Ya
por las playas, veo edificios de apartamentos prácticamente vacíos,
así como sus calles. En uno de ellos conozco a Aldin. Fue jugador
profesional de fútbol en la liga albanesa, por los años 94 al 2.000
y militó en tres equipos. Su hijo, Stephan, me da la foto en que
aparece antes de jugar la final de la copa en el año 96. Su mujer,
no me dijo su nombre, es un encanto de simpatía. Entiende y habla
algo de español de México, por eso de las telenovelas. Al retirarse
de su carrera deportiva, tempranamente me confiesa por su “falta de
cabeza” que le hizo tener problemas con entrenadores y directivos,
compró un edificio de apartamentos turísticos. Ahora el edificio, y
el bar que tiene montado en sus bajos, le da para vivir con lo que
saca en la temporada vacacional. Turistas del país así como de
Macedonia, Kósovo y últimamente polacos, húngaros, franceses e
italianos son su clientela.
Me
va contando los difíciles años que pasó el país desde la caída del
comunismo, como tuvieron un conato de guerra civil, la situación
resultante y el modo en que vivieron las diversas guerras balcánicas.
Especialmente compleja fue la de Kósovo, que produjo un buen número
de refugiados y muchos problemas posteriores. Aquí en Durrës la
presencia kosovar ya es notable, cosa que no vi más al sur. Su
restaurante, ahora cerrado, dispone de dos construcciones anejas en
el jardín, una es barra, la otra dispone de horno para pizzas y
barbacoa. Me permite hacer noche en una de ellas, cuando termine la
barbacoa, que espera amigos a cenar esa noche. A malas penas evito
caer en el alcohol, pero lo logro. Y paso una noche muy agradable de
charla con todos ellos.
Aladi es el que esta en pie al centro. |
Esta me la envió Lev a petición mía. |
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