Viernes
13.02.15 Benevento. ¿Ceno primero y me ducho después o al
contrario? Finalmente opto por la primera opción y me meto en la
cama a leer recién duchado en esta población que viene a ser el
singular de Buenos Aires.
El
día ha sido largo. Teniendo cocina en donde dormí, madrugo bastante
y me preparo el desayuno dispuesto a salir con las primeras luces y
sin tener que detenerme más de lo imprescindible para evitar
cualquier retraso.
El
camino, sin complicaciones, tan solo a unos ocho kilómetros de
Benevento mi carretera se convierte por arte de magia en autopista y
me hace dar algún rodeo en busca de un acceso alternativo que me
demora un rato. Como me demora el encontrar la parroquia que ofrece
hospitalidad que se encuentra muy apartada del resto de la población
y tras una pronunciada pendiente para llegar a ese barrio. Cuesta
arriba, por supuesto.
Casi
lo olvido, la vía que unía Roma con Jerusalén por Constantinopla se llama “Gerosolomitana”, ahí queda eso.
La
iglesia se encuentra cerrada y me dispongo a esperar. Finalmente
llega el secretario de la misma y me acomoda. Hasta el momento el
mejor hospital desde que partí de Roma. Por el barrio busco lugar con
wifi sin fortuna, están por el centro, tampoco veo teléfono público,
por saber si finalmente Marga vendrá o no, que a la broma los días
van pasando y no se si debo apretar mi marcha o relajarla. Si llega
el lunes me va a dejar sin aliento llegar a Bari, es posible hacerlo,
pero sin dormirme y tragando kilómetros sin demora.
Cinco
minutos tan solo me podré conectar finalmente a la red y apenas si
leer los correos. Suficientes para saber que como pronto llegaría el
miércoles, dándome con eso un respiro y pudiendo cubrir la distancia
sin mayor complicación, casi relajadamente. Es un voluntario de la
parroquia quien me ofrece conectarme desde su casa, próxima a donde
me encuentro, pero tan solo dispone de un momento por que ha de
marchar a no entiendo bien que cosas.
De
regreso al hospital preparo una cantidad indecente de comida pensando
que lo que no cene lo tendré mañana para desayunar, y por poco me
lo como todo en la cena. Tras eso, un descafeinado que tomo en la
terraza con el cigarrillo.
Ya
duchado, hice igualmente colada a mano, pues no tengo tantas prendas
por lavar como para usar la lavadora que me ofrece el hospital y voy
tendiendo esas pocas cosas por los radiadores y a leer en la cama.
Con todo, se me hizo algo tarde y la ducha me produce somnolencia, la ducha y el recorrido de hoy y que me levante a las cinco, todo sea
dicho.
Desde
que llevo las nuevas botas no he vuelto a tener los pies fríos. Me
sorprendo ahora del tiempo que he aguantado con las otras de verano,
¡y suerte que las tenia! Que bien contento me puse cuando me las
dieron.
Para
mañana hay amenaza de lluvias durante los próximos días. Tendré ocasión de ver como se comportan bajo la misma. Por otro lado me he
adaptado, o se han adaptado ellas a mi, o ambas cosas a la vez, rápidamente. Queda el pantalón pendiente, para que cada vez que deje
de temer cada vez que el cielo se precipita sobre mi.
Con
tan poco tiempo de acceso a la red no he podido consultar nada sobre
la gerosolomitana ni ver por donde transcurre si bien temo que pase
por el país que pase tras cruzar el Adriático me he de inflar a
montañas. Las tomaremos con calma y sin prisas, y se caminará con
la bici en la mano tanto como sea preciso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario