Jueves,
viernes y sábado 19, 20 y 21.02.15 Vacaciones en Puglia. Si ya vi
como las flores comenzaron a despertar discretamente, ahora es una
autentica explosión de color bajo un sol radiante y caluroso. Es
definitivamente un parentesis primaveral en el sur. Por la presencia
de Marguerita, por los campos que vamos cruzando que rebosan de color
y durante las horas del día el sol que me da vida.
Primero
por los caminos que nos llevaran a Brindisi junto al mar, después por
un camino que busca Marga y que el sábado recorreremos atravesando
los más hermosos campos de olivos que se puedan soñar, con unas
construcciones antiguas y típicas de la región, trullis, de los que
me enamoro al instante y sueño con poder habitar uno de ellos. Todo
tapizado de hierba, campos cuidados con esmero, donde se amontonan
los haces de ramas de las podas que están realizando.
No
comenté cuando correspondía que ya probé el aceite de la región,
así como su vino y su pan, todos deliciosos que tome con placer y
que me fueron ofrecidos en el seminario de Troia.
A
todo esto va Marga y se pone a cantar mientras va en bici. Y entre
todas las canciones posibles le da por...
coge
tu sombrero y pontelo
vamos
a la playa calienta el sol
con
su chirivirivi porompompon o chiribiribi poron pon pon, que sigo sin
saber como se escribe la dichosa letra. Eso si, lo canta en italiano
y yo no me dejo de asombrar ante las casualidades de la vida.
Marga
llama por teléfono para ir asegurando los lugares de hospitalidad
por adelantado, de modo que liberados de esa tarea o preocupación
nos demoramos por el camino permitiéndonos incluso alguna pequeña
siesta bajo el sol, tras las comidas ligeras que hacemos en el
camino. Ya por las noches ponemos en marcha la cocina de alcohol y
vamos probando de hacer algún plato sencillo.
En Brindisi dormiremos en la catedral, en una estancia a la que se
accede desde el patio y donde, a falta de algo mejor, unas mesas nos
hacen de cama durmiendo sobre ellas separados del suelo. Las noches
son casi templadas y desayunamos donde mismo dormimos estos días si
bien no perdono un café de máquina tan pronto puedo.
El
sábado amenaza lluvia y nos falla un contacto donde pernoctar por
problemas de actualización en la guía que ella porta. Con esto
decidimos añadir otros 20 kilómetros más al plan inicial y dormir
en Lecce. Con esto si el domingo llueve con intensidad no tendrá tampoco problemas para estar a tiempo en la estación y tomar su tren
o tener que viajar las horas que la separa de Roma con sus prendas
mojadas.
No
dispone esta población de hospitalidad pobre pero si de un B&B
con importantes descuentos para los portadores de la guía y lo
usamos. Allí encontraremos una cocina en condiciones, mención
aparte merece el hermoso techo abovedado, buena provisión de
artículos para el desayuno, ducha caliente, la de la catedral lo
era, incluso en exceso, pero en un aseo común con las otras
estancias. Así mismo wifi, TV, etc.
Con
el ordenador conectado vamos ultimando la ruta que pretendemos
compartir por el Danubio en junio mientras localiza vuelos para ir y
regresar a los distintos puntos. Demasiado bonito ¿no?. Seguramente
nos dejamos llevar y soñar es gratis. El tiempo nos dirá si solo ha
sido eso o finalmente en junio andamos rodando por allí.
No
dejo de comer. Meriendo como si no fuera a cenar y ceno como si un
rato antes no hubiera merendado, pero es que hoy me he sentido débil sobre la bici, falto de energía acompañado, de nuevo, por molestias
en mi pierna derecha, piernas pesadas sin que pueda adivinar las
causas. Tal vez algún tipo de astenia primaveral o simplemente la
suma de las jornadas de la semana pasada que me pasan factura ante la
falta de un o unos días de descanso, donde realicé cada día una
cantidad algo superior de kilómetros a lo que acostumbro. Por que
comer, como. Y cuido de tomar agua, tenga sed o no, así como voy
haciendo los descansos cada cierta cantidad de kilómetros durante la
ruta para recuperarme y hasta la fecha me van funcionando.
Cierto
que Marga viaja más ligera de peso, no fuma y es deportista con lo
que ahora que lo pienso me he ido, tal vez, forzando casi sin darme
cuenta a rodar con desarrollos más rápidos de lo que acostumbro y
esa puede ser la causa. Ciertamente cuando viajo solo, voy en
ocasiones como si paseara en bici y no tardo en bajar y caminar con
ella en la mano ante cualquier cuesta de cierta exigencia.
Marga se ha bajado el burka para comer unas flores |
Preparando aperitivo mientras algo se cuece en el hornillo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario