Translate

miércoles, 25 de febrero de 2015

Domingo, lunes y martes, 15, 16 y 17.02.15 Llaneando por la costa en dirección a Bari. AL fin logré el domingo hablar con Marga y el miercoles llegará a Bari, si bien quedamos en que el martes la llame por si surge algún tipo de complicación.

El domingo lo pasé en Troia en lo que parece serán mis últimas subidas de importancia en Italia, ya desde aquí me prometen que todo es llano con algún repecho. De todo esto me informará Giuseppe a quien conozco mientras espero inútilmente que abran el Hospital del Camino, que así se llama el sitio, y donde supuestamente me puedo alojar. Es un joven del pueblo que me adopta. Primero ante la cerrada puerta me dirige a la policía local donde hace indagaciones de quien tiene la llave para facilitarme el acceso, más tarde, cuando la policía tras un par de llamadas de teléfono nos comunican que el hospital esta cerrado temporalmente ya que están reparando los aseos del mismo, se empeña en llevarme a una orden con sede en la población y donde conoce un fraile.

Mantienen estos diversas congregaciones por puntos de África y América Latina y a pesar de su presencia en España nunca había escuchado antes el nombre de la misma. En la espera para hablar con la persona responsable, me irá contando cosas de la historia de la región y la población, que por lo visto es ultraconservadora y muy religiosa lo que explica la gran cantidad de iglesias que se ven por todos lados en densidad superior a lo que vi en otros lugares. Me imita, Giuseppe, y con ello reímos un buen rato, los distintos dialectos y formas de hablar que se usan en el país y comprendo el por que de mi dificultad de comprensión que vengo padeciendo estos días, eso al enseñarme que en la Puglia hablan eliminando vocales, cuantas más, mejor.

Una vez instalado en una de las habitaciones del seminario de la orden, Franco, que así se llama el fraile que me atiende, por diminutivo de Francesco, me invita a cenar con todos ellos y la sorpresa es más grata aún cuando compartiendo la cena en la mesa estoy sentado entre una comunidad que aprendieron español en sus congregaciones americanas y cada cual a su modo y acento lo habla, desde el de Granada donde estudio Franco al de Guido que habla un mexicano hasta otro que me suena argentino.

A la mañana siguiente, al salir tras volver a compartir con ellos el desayuno, veré a Giuseppe en la puerta, esperándome, desde no se que hora. Me abraza, me da consejos sobre los pueblo en donde resulta peligroso perder de vista la bici y sobre las carreteras. Se le saltan las lagrimas sin que adivine sus razones y parto antes de que me contagie su emoción.

Seguí sus recomendaciones que no en vano me las dio, pues resultan acertadas todas ellas.

El martes me sorprendo al ver las primeras señales de la primavera. Primero alguna discreta flor a punto de abrir o apenas abierta. Blancas o amarillas, donde el sol las calienta y donde me calienta a mi mientras recorro campos de olivos principalmente.

Esto me pone de un humor esplendido, esto y la proximidad a mi encuentro con Marga. Me da por cantar y con el sol calentando mi cuerpo me arranco con...

coge tu sombrero y pontelo
vamos a la playa calienta el sol

y aquí comienzan mis dudas. Chirivirivi se escribe así o es con “b”, chiribiribi. Y otra no menos importante. Porompompon si se escribe junto sera así, pero si es con espacios serán enes en vez de emes, ¿no? Poron pon pon.

Con esto llego a Bitonto, que desde que conocí el nombre no puedo dejar de sonreírme cada vez que pienso en el. La población tiene su interés y la visitaré con agrado. La oficina de información forma parte de un edificio histórico con muchos más usos en el casco antiguo, dentro del recinto amurallado de la ciudad. La oficina esta cerrada y pregunto a una especie de conserje quien al verme con un cuaderno en la mano me lo pide y comienza a dibujar un reloj. Todo intrigado le dejo hacer si bien la cosa tiene su guasa. Me preocupa que al poner los números se confunde y en lugar del 9 pone el 8 con lo que temo ya no le sirva el dibujo y pretenda comenzar de nuevo. Todo eso para decirme la palabra “reloj”. Si el discurso que me prepara es largo me puede dar allí la noche. Ahora me quiere dibujar un foso, a pesar de que entendí no solo la palabra si no al lugar al que se quiere referir ya que el pueblo tiene un solo foso, con o sin reloj. Me deshago de el con amabilidad y tan pronto me separo dos viejos que están muertos de risa viendo la escena me dicen que ando buscando. Les cuento y me dicen a donde he de ir, claro y directo, sin dibujos ni rodeos, y por quien he de preguntar.

Me ofrecerán hospitalidad en un local de scout de la localidad. Se queja su responsable de la cantidad de robos que están padeciendo, un total de siete llevan en poco tiempo, no se llevan apenas nada, pues nada guardan allí, pero les hacen destrozos y se disculpa del estado en que se encuentran sus instalaciones, con las puertas de los armarios de la cocina desencajados y todo revuelto.

Finalmente hago una última llamada a Marga quien me confirma que todo sigue según lo previsto y mañana llegará a Bari a la hora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario