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miércoles, 29 de octubre de 2014

Martes 28.10.14 Invirtiendo el Camino Francés. Logroño. Antes de entrar a la ciudad el Camino, por que hoy de nuevo he rodado por el, me lleva por un parque que a pocos kilómetros de la población rodea un embalse. Muy frecuentado por gentes del lugar me detengo en el y paso unas horas, disfrutando del día, del entorno y de las gentes con las que entablo alguna conversación. Estas comienzan al verme ir en “dirección contraria” y pretenderme corregir. Con eso paso media mañana entretenido y entro en Logroño casi a la hora de la comida.

Pronto localizo el albergue parroquial que no lo es tal, resulta ser una casa adosada a la iglesia donde reciben peregrinos, les dan aposento, ducha y comida. Soy el único hasta las 19:30 en que se presenta el segundo y último, ahora hablaremos de el.

La hospitalera esta sorda, no se si es religiosa o laica pero me da la impresión de lo primero, cosa que no indago por no hacerlo a gritos y enturbiar la paz del lugar que comparte edificio y puerta con otras dependencias parroquiales y solo edificio pero no puerta con Cáritas. La tarde la paso recorriendo la población, visito una exposición de un autor local que no recuerdo su nombre pero si su obra que me deja una grata impresión. Un hospitalero, este si que oye, comparte tareas con ella, me dice que ayer tenían a 15 peregrinos y le encanta cocinar para ellos. Al estar a esas horas yo solo me interroga por mis preferencias gastronómicas. Le confieso que desde que ando recorriendo tierras siempre estoy con hambre y engullo lo que me pongan y que preferencia ninguna, lo que tenga por ahí o nada, que yo viajo con comida y me da no se qué que se ponga a prepararme nada para mi solo. Al final queda en calentarme unas patatas riojanas, que nunca he probado antes, que le quedaron de ayer y hará, eso sí, una ensalada.

La casa parroquial esta adosada a la Iglesia de Santiago y me entero en una visita que allí fue párroco tras finalizar su seminario el ahora Santo Jose María Escriba, fundador del Opus Dei. Ya mencione creo los hábitos religiosos de mi padre, que escucho misa diaria desde que tengo uso de razón y hasta que el perdió la suya a causa de su enfermedad. En una ocasión siendo yo muy niño, 7 u 8 años, recuerdo un domingo en que le acompañé a una reunión de La Obra a la que el había sido invitado, por mi parte me aburrí como un ciprés y él me consta que no volvió.

Es a la hora convenida para la cena y a mi regreso cuando conozco a mi compañero de hospitalidad. Un argentino de nombre Gabriel, profesor de tango, baile, en Hong Kong, dice. Por lo disparatado que me resulta su empleo pudiera ser que hasta es cierto. Del resto de su historia no puedo decir lo mismo. Me confiesa que se alimenta de agua del mar principalmente y que hace este camino a Santiago por su proximidad al mar en vez del Camino Maya que era su intención inicial. Le pregunto si ya ha cenado en la playa de Logroño o se mantiene con lo que comió el otro día en la costa de Pamplona. En fin.

Cuando me suelta que el pertenece al universo y que desde que dejó en sus manos el destino de su pasos y que así todo le funciona mejor, caigo en su trampa y le respondo que al carecer de perspectivas difícilmente estas pueden ser frustradas. Caí. Desde ese momento un desparrame existencialista y metafísico me acompaña durante horas. Leo para que deje de hablarme, nada. Escribo y actualizo el blog, tampoco funciona, el habla y habla. Respondo correos con su murmullo de fondo, cansino. Finalmente decido adelantar mi hora de dormir confiando en que el desdichado no hable en sueños.

Como ya me sucedió en Burgos, me sorprendo gratamente al observar como esta capital disfruta de una hermosa convivencia entre trafico a motor y bicicletas. El uso que hacen de esta última sus ciudadanos es todo un ejemplo, disfrutando de zonas preferentes de circulación en alguna avenida, carriles, aparcamientos específicos, etc. Muy cerca del lugar donde me alojo esta el edificio donde nacieron los hermanos que sintetizaron el Wolframio o algo asíRápidamente me pongo a pensar en el papel que este metal jugó en la política franquista de la posguerra, durante la confrontación mundial, cosa que me esta rondando la cabeza estos días por no se que relato que leí sobre espías y Canfranc por donde pasaré próximamente.


Antes de despedirse la hospitalera sorda me pregunta que a que hora quiero salir mañana, por abrirme la cochera donde la bici pernocta, le digo que no muy temprano, no la quiero hacer madrugar ya que el desayuno lo dejan casi listo, a falta de hacer nosotros mismos el café, antes de irse por las noches. Quedamos a las 7:30. Al retirarme a dormir antes de lo que es habitual en mi y falto de sueño no dejo de pensar en el volumen de chismes que arrastra mi compañero de habitación que camina con dos mochilas, una inmensa a la espalda más otra algo más reducida en el pecho, me confeso durante la cena que ahora se desplaza con solo 20 kilos, tras desprenderse de gran parte de su equipaje que no imagino donde lo podría arrastrar. No solo vas conociendo gente diversa, muy diversa, también modos totalmente distintos de afrontar el Camino, en lo físico o espiritual. Este hace el Camino por poder alimentarse con agua de mar. Me acuerdo de Josevi, el psiquiatra que dejé ayer en Nájera y lo bien que se lo habría pasado hoy durante la cena con nosotros dos.

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