Miércoles
23.07.14 Roquetas de Mar, He dormido en un parque a un lateral del
cuartelillo de la Guarida Civil, después de conversar largamente con
ellos y escuchar opiniones encontradas, unos que ese sitio no es para
dormir, otros que para adelante y sin problemas, al final me decido y
allí me planto. Duermo en una especie de banco corrido junto a la
puerta de la Biblioteca Municipal. Por cierto desde el mismo lunes
intento conectar desde ella pero en la relación de wifis
disponibles, el de la biblio no aparece, un misterio.
Pasadas
las 7 me pongo en marcha, desayuno, visita de nuevo a Servicios
Sociales, donde no esta, para mi fortuna, la persona que me atendió el lunes, por que las cosas son así, depende quien te atiende, de su
humor, de como te vea, así se logran unas u otras cosas. Esta vez me
pasan a otra asistente social, que pronto comprende mi situación,
hablamos largamente me siento escuchado, (no pretendes que aprueben
las decisiones que tomamos en la vida, pero si que los oídos que
tienes enfrente sean respetuosos con esas decisiones) le digo que es
exactamente lo que necesito, ayuda para reponer bici y alforjas.
Quedo en llevarle un presupuesto. Veo a Paco, que me ofreció una
nueva, a coste y le digo que en un rato, tan pronto vea una bici que
tienen en Cruz Roja le digo algo.
Corriendo
al Centro de Salud, conversación surrealista con la empleada que me atendió ayer, está tras un mostrador donde pone “Atención al
ciudadano”, a un lado hay ciudadanos, algunos, bastantes, al otro
lado no hay atención por que la veo incapaz de darla, no es que ella
no quiera, no es eso, es que es incapaz, simplemente. Le pregunto por
ese tal Manolo a quien ella me dijo ayer que viera, Manolo esta
malito, y como esta malito hoy no puede trabajar, que se le va a
hacer, me dice. Al final, con paciencia, toda la que me queda hoy, le
digo que no tengo nada urgente, pero que las medicinas que preciso si
las he de tomar cada día, cada día. Que a las 12:00 esté allí de
nuevo y alguien me ayudará.
Corriendo
a Cruz Roja, me ofrecen desayuno que rechazo, ya he pasado hoy por
ese tramite. Hablo con Jose, le recuerdo lo de la bici que lo mismo tenían o no, salimos a verla. La bici requiere unas reparaciones que
al precio de los repuestos sobrepasa el coste de la que me ofrecieron
nueva, es vieja y mala, ademas caro de poner en circulación, mejor
una mala pero nueva que resulta paradojicamente mas barata. Charla
por el camino, sin la presión que cuando esta en el centro sufre por
las constantes tareas a las que se ven sometidos. Ah,
pido hora para hacer colada el viernes, a las 12:00 si salgo el
viernes lo haré con las prendas limpias, de paso intentare ducharme también. Me despido y salgo corriendo de nuevo al Centro de Salud. Es
casi la hora, por fin aclaro lo de que ese niño de 11 años y yo
somos dos personas distintas y ya tengo un papel con el que me dan
una cita para la médico, hoy mismo a las 17:35 horas.
He
omitido que esta mañana tras desayunar pase brevemente por la Policía Local, dejar colchoneta y la ropa que uso para dormir, ya
conozco a la plantilla entera de la dotación, me preguntan como va
todo y sin problemas de tener aquello como almacén hasta el viernes,
hablo también con el empleado de jardines o limpieza que me atendió el lunes por la mañana, me ve de lejos y me llama, no le reconozco,
el lunes no veía ni oía nada, bloqueado como estaba, se interesa por
mi.
Corriendo
de nuevo a la tienda de bicicletas, le pido un presupuesto y salgo
con el en la mano a Servicios Sociales a ver con que ayuda puedo
contar para lo de la bici. El dueño de la tienda me dice que me este
quieto con lo de las alforjas, un amigo suyo lo mismo me regala unas
que no usa. Que es despistado, olvidadizo, pero el le insistirá para
que no lo olvide.
En
Servicios Sociales, ese angel que se llama Isabel María me dice que
termina de hablar con los de la tienda de bicis, que ella se ocupa de
eso y además llega su marido con una bolsa, camisetas, tres
pantalones cortos y después mirarán alguna sudadera, que me la
dejaran si la encuentran en donde la bici. Y paro a comer algo,
hambriento y satisfecho, con la dosis precisa de paciencia e
insistencia las cosas van en camino de ponerse de nuevo en marcha. Y
por supuesto gracias a la solidaridad de muchas personas, Jose de
Cruz Roja, Isabel María de Servicios Sociales, Paco Martín de Ruta 12,
grande, muy grande su generosidad, Javier en el Centro de Salud,
empleados de cafeterías que me cobran lo que les sale de las narices
y directamente me invitan a un café por que si, por que les da la
gana o como uno que le veo desde el domingo cuando llegue y que hoy me regala una navaja y una linterna. Y ese anónimo muchacho que me quiso dar un euro. Ole por todos
ellos. Haciendo el mundo más amable, más humano, menos raro...
desde aquí mi mas sentido agradecimiento y reconocimiento a su
calidad como personas.
Esta
noche dormiré de nuevo en la plaza próxima a cuartelillo, como
ayer. Además tengo pipas para entretenerme mientras veo a los niños
jugar.
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