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miércoles, 23 de julio de 2014

Martes 22.07.14 Roquetas de Mar. No se si explicar las sensaciones que he vivido desde ayer o directamente omitir todo, por que no hay palabras, no las encuentro y si alguien ve esto no se puede hacer con solo leerlo, una idea siquiera aproximada de la situación de angustia, de desamparo, el shock, en fin para que hacer el esfuerzo de entrar en todo ello si nunca hará justicia a lo que solo el que pasa por una circunstancia traumática puede llegar a comprender, por mucha empatía que nos esforcemos en poner.

La rueda de mi bici estaba junto a mi oreja izquierda, la bici entre mi y un muro, yo por en medio. Mi mochila de cabecera, por suerte, una bolsa grande donde va la tienda, una chaqueta de invierno, saco y traje de agua, descansaba bajo mi brazo. Del expolio se han salvado esos objetos, mas la esterilla que tenia bajo mi y el saco que estaba sobre mi.

Nada mas despertarme y ver que la bici no estaba directamente entre en una fase de negación, eso simplemente no podía suceder, recogí mis objetos de dormir rápidamente y frente a mi un camión de limpieza, municipal, hablo con el chófer que me ve angustiado y el mismo llama a la policía local, un compañero de jardines o limpieza me acerca hasta su edificio y allí pongo la denuncia. El mismo policía que me toma declaración y a quien le cuento la situación en que me encuentro me indica que me dirija a Servicios Sociales, como si eso solucionara algo, que por supuesto no solucionó. Me ofrecen la posibilidad de un bocadillo, o de pagarme un billete de autobús a una población cercana si yo tengo intención de dirigirme allí. Yo me puedo pagar un bocadillo. Me puedo pagar un billete de autobús, ese no es el problema. Me dice que me dirija a Cruz Roja.

Llego a unas instalaciones que funcionan como centro de día, están abiertas por las mañanas. Son inmigrantes lo que veo, van allí a por un bocadillo los lunes, miércoles y viernes. Me puedo dar una ducha, me dan unos calzoncillos limpios, en donde podemos entrar dos o tres personas con holgura pero que agradezco sinceramente, un polo de manga larga, de invierno, calcetines también de invierno que reservo para dormir, con mi pantalón de invierno que usé para dormir ayer voy por la calle, cociendome. Un hermoso día de finales de julio en Andalucía oriental. Me ofrecen de comer, les digo que eso me lo puedo costear. El tema es disponer de una bici, con alforjas, tan solo con la bolsa que aún conservo, el moverme se me hace inimaginable. Necesito para poder moverme tener un mínimo de cosas, y esta “maleta” si es con pedales se puede desplazar. Quedamos para vernos hoy, cosa que no sucede, llego a la hora en que me indicaron pero están en medio de un imprevisto que les hace imposible poder hablar de nada o solucionar lo que sea que se pueda.

Tras salir ayer de Cruz Roja, me dirijo a comer, después paso las horas en la biblioteca, haciendo tiempo para ir a las 19:00 a la Policía Local, tal y como me indican ellos mismos. Voy pero sin ningún género de esperanza , la bici no la va a buscar nadie. La vista se me va detrás de las muchas que veo, inevitablemente y no dejo de pensar en una película que vi de niño y de la angustia que me produjo, angustia que he tenido cada vez que la he recordado en todos estos años, “Ladrón de Bicicletas” de Vitorio de Sica, angustia que sufrí ayer.

Paso la noche en la puerta de la Policía Local. Para que me vean, para que no olviden lo que ha sucedido, por pasar la noche en algún sitio, por que a pie no puedo ir a ningún lado cargando esos objetos que desde ayer me custodian allí mismo, para calmar mi paranoia que me hace imaginar que aun me quedan unas pocas cosas que me pueden ser robadas.

Allí sentado procurando leer me sucede un hecho que hace que reaccione, que pierda el bloqueo mental que sufro y que me hace estar paralizado. Pasa un “moreno” como aquí se les llama, subsahariano, ¿senegales?, ¿nigeriano?, que más da, se fija en mi al pasar y cruzamos las miradas, al rato pasa de nuevo, esta vez en la otra dirección, ¿que vio en mi?, ¿en que estado?, alarga su mano y me alcanza un euro, que rechazo. Es el detonante que necesito para romper a llorar y liberar la tensión de un día infernal. Es así mismo lo que me hace despertar y decir NO, así no, esto no me va a detener.

Me pongo en movimiento hoy pronto, solo una cabezada en toda la noche, 20 minutos o así. Desayuno temprano y me empiezo a organizar, lo primero a por recetas, entre las muchas cosas que he perdido esta mi botiquín y en el mis gotas para los ojos, importante reponerlas. Logro una cita con el médico de desplazados para la tarde, allí estoy a mi hora y al introducir mis datos salen los de un niño de 11 años, la médico me dice que no puede recetarme así, que se tiene que solucionar no se el que, me manda a recepción y allí la empleada que maneja el ordenador confiesa que no sabe manejarlo, ¿cuantos millones de parados hay en España? ¿cuantos somos?. Que vuelva mañana y pregunte por un tal Manolo que por lo visto es el único que lo sabe hacer. Entre no menos de cuatro personas que atienden al público. Y no es un chiste de Forges. Mariano José de Larra en plena actualidad, el tiempo no pasa. Mañana a las 8:30 iré de nuevo.

Comienzo a mirar alforjas, las ofertas por la red ya que en Roquetas de Mar no he visto mas que unas caras y malas. Consulto por la red, ofertas, pero realmente eso puede esperar ya que NO TENGO NADA que meter en ellas, si necesito una bici y un transportín sólido. Tiendas de bicis y de segunda mano, poca oferta, mala y cara. Una bici mala pero nueva, de montaña me ofrecen por muy poco y el propietario de la tienda me la dejaría a coste ademas de mejorarme lo que pueda, unos bujes mejores, por ejemplo, los que lleva son penosos, bueno toda ella es penosa. Quedo para verle mañana, tras hablar con un voluntario de Cruz Roja que lo mismo me puede encontrar una usada, igual mañana logro hablar con el y ver si esa máquina existe y en que estado.

De cualquier modo hasta el viernes que no tenga ingresada mi pensión no puedo comprar nada, me quedará algo de dinero de este mes, pero no lo suficiente, esto manda al traste muchas cosas y hará complicado el desenvolverme un tiempo, por la pasta, ya que no es solo lo que tengo que afrontar ahora, serán muchas cosas las que deberé ir adquiriendo durante mucho tiempo, desde unas simples cámaras de repuesto, herramientas, infladora, candado, un casco, eso solo en cuanto a bici se refiere. Me he quedado sin navaja, sin una linterna de dínamo que tenia. Sin botiquín, Sin ropa ni calzado. Sin todo, valla.

Entro en una tienda de ropa de segunda mano, Un pantalón corto que encuentro de mi talla, por 3 €, una camiseta que busco intencionadamente rota para bajarla a 1 € en lugar de los 2 que marca y unos calzoncillos nuevos por 2 € que aun regateo para dejar todo en 5,80 € Me siento ahora limpio, fresco y algo tan simple mejora mi estado de ánimo, mañana procurare en Cruz Roja lavar la ropa que me he quitado mas la que ayer me quite cuando lo de la ducha. Poco a poco, a luchar, a no dejarse vencer.

Hoy he comido yogur y unas magdalenas que encontré el paquete por 1 €, tengo también yogur para cenar y espero pueda dormir hoy, cansado como me encuentro. Veré si convenzo a los de la poli, para poder dejar ahí mis objetos unos días mas, hasta el viernes en que si las cosas salen podré emprender de nuevo mi viaje a ningún sitio.



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