Domingo
20.07.14. Mucho tiempo siendo urbano,¿y que pasa con esto? ahora lo
cuento, veras. Los espacios abiertos terminan por pasarme factura,
aun no estoy habituado para moverme constantemente por ellos,
kilómetros de “nada” ni nadie, muchos, demasiados días de
postureo eco-pecuario sumados a ese insistente viento me movieron
finalmente ayer a dirigirme a la ciudad, Almeria.
Universidad,
paseo, playa y puerto me encuentro por ese orden. El puerto y sus
aledaños ofrecen rincones donde poder pernoctar, nada más pisarlo
me reencuentro con Flo, el dormira de Couch Surfing además de salir
esta noche de tapas con su hospitalario. Por lo pronto los edificios
ya me ofrecen un adelanto de refugio para este cansino viento. Un
descafeinado con leche y un poco de charla insustancial con un nativo
terminan de calmar mis nervios. Mas tarde intento, sin éxito,
conexión wifi, Mc Donalds, patatas fritas, 1€ que con un melocotón
completan mi cena tomada en la puerta de un teatro. Paso un tiempo
recorriendo las principales avenidas de la ciudad, cafés,
escaparates, edificios de las distintas administraciones, paisaje de
ciudad, gente de ciudad y vestida acorde.
Junto
a unas instalaciones del Club de Mar de Almeria encuentro el primer
rincón idóneo para esta noche, tiro la colchoneta y acomodo mis
huesos en ella, el viento amainó algo, caigo vencido de sueño. A
las seis me pongo las gotas oftálmicas y me duermo de nuevo hasta
las siete en que despierto con el golpeteo de un recojedor que una
empleada municipal de limpieza vacia en su cubo, recojo y a buscar un
café abierto, que resulta ser donde recale ayer a mi llegada,
desayuno, aseo y camino a Aguadulce y Roquetas.
Por
el camino un control de la Guardia Civil hace soplar a quienes
regresan a la ciudad, coches detenidos, test positivos, es mañana de
domingo de verano. Anoche habian restos de botellones por la zona en
que dormi y una magrebí por los recorria pillando cosas dejadas allí
a medias, abandonadas, medias botellas de refresco, algo de picar,
cosas así.
El
puerto tiene ferris a Nador, ni idea de donde esta con exactitud, a
Melilla, Argelia, aún no me decido a saltar hacia allí, por un lado
desde Algeciras ha de ser mas económico, por la distancia, por otro
siguen de Ramadán y no me veo bebiendo o comiendo mientras ellos
ayunan, tal vez sean escusas para retrasarlo, pero la idea me ronda
la cabeza desde hace días, tengo tiempo por delante y la iré
madurando o mismo simplemente obedezco a un impulso si este se
presenta. Un supermercado en Aguadulce, medio melón, un paquete de
cruasanes de chocolate, 6 ó 7, que despacho sentado en un parque sin
que lleguen a entrar en las alforjas y derretirse dentro y tres latas
de calamares en su tinta, 3 €.
Desde
hace tres días tengo rota la cremallera de mi chaqueta, la compre el
invierno 2007-08 por lo que ya está más que amortizada, como yo,
pero confiaba en que aun daríamos algo más de guerra juntos. La iré usando, así rota, mientras pueda, una chaqueta es un buen gasto y
debo retrasarlo en lo posible, de cualquier modo ahora estamos de
rebajas y eso hace que comprarla en este momento me suponga un gran
ahorro. Dilema, Mirar y pensar. Un centro comercial abierto en
Roquetas del Mar permite poner el tornillo a las gafas y poder
usarlas con tranquilidad.
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